I am a fan of Walking Dead and what I love most from the show is something that AMC's marketing people probably have learnt well from fans like me. When thinking about the main key artwork for the new spin-off, the aesthetic spirit of the serie was not betrayed: The original approach of horror themes avoiding trivial commonplaces. They are very effective creating an alternative, almost romantic vision of Apocalypse.
The lone walker in the field.
Far in the end of season 2, the 18 Miles Out episode gave an early experience of that: A lone zombie wandering through a field of golden crop. That bucolic image was a hit and triggered a lot of interpretations among viewers. It was even included in the opening of the following seasons.
When they displayed the new poster in Comic Con 2015 I just loved it. Footprints by the beach at sunset. No monsters, no rotten people. Just the concept of an ending summer and some weird detail... The Rule of Less is More.
Graphic campaign on a bus along Broadway Av. in Manhattan.
But it was just a taste. The week before the premiere I witnessed a Manhattan under a massive graphic campaign displaying the last poster slightly more explicit than the previous one but still remaining elegant and evocative: Sunset again. Backlight. Two guys playing naively in the street and the promise of a looming dramma.
Something to keep in mind: Creativeness, knowledge of the consumer and keeping away from clichéd solutions always pay. Last Sunday " Fears the Walking Dead" sets all-time cable rating premiere record with more than 10 millions of people in front of the TV.
If you ever dream yourself in Paris while you are in love, it's highly possible you dream something like that. This picture is not only an icon of Love in Paris but it also represents the return of peaceful times in the postwar Europe. However, for professionals photographers this inspiring image should be a lesson to learn if you have to deal with bureaucracy and release forms.
Doisneau was on assignment for LIFE and the editors intentions were to go on exploiting the cliché that America embrace about Paris: A passionate city where people kiss in public without causing scandalous reactions - remenber: we are in 1950- and no one could be best for working in the streets than Doisneau. He consumed thousands of reels in the market halls portraying clochards, merchants, ordinary people and desperate souls. Doisneau would came the best witness of the life in the streets of Old Paris that the world could ever have. Even though, he was not famous for the time of the assignment. As a matter of fact Life published the picture without any singular relevance in the double-page spread layout and with no mention of the photographer's name .
The picture published for first time in LIFE, 1950.
Time went bye and what is ordinary today, it will be vintage tomorrow. Decades later the archive of Doisneau became a never-ending source of a gone era and their pictures would became a nostalgic window to glimpse the everyday life of parisians. With time The Kiss displayed its iconographic strenght and was reproduced in postcards, posters and any kind of Paris souvenirs and turned into one of the best sellers products worldwide and the photographer was deservedly recognized.
Up to here, it would be the happy end in appreciation of a career's photographer. But in 1988 a couple from Ivry contacted the photographer and claimed royalties for an enormous amount of money arguing that they were the young lovers in the picture. The affaire finished in a court trial with Doisneau telling that the picture was a staged shooting with paid actors under contract with LIFE. The court give reason to the photographer against the pretenders but the exposition of the case encourage the real actors - Jacques Cartaud e Françoise Bornet- who actually posed in the picture to do the same. They even asked for a higher amount that the former claimers and handle an autographed picture that the photographer gifted to her after the shooting as a prof in trial. The court again gave the reason to Doisneau since he had paid for the arranged session but the whole affair harmed his reputation and throw a suspicious light over his whole work as photoreporter.
Nowaday, the question is still open for photojournalists who have to face his everyday work in the street. Should we arrange fake situations which represented the story we want to tell with a good release form signed before the click? Or should we do our job and suddenly run to deal with anyone appearing in the frame to have our release form signed?
Henry Joost and Ariel Schulman telling the story of Vogue in an alternative and funny way.
The european editor-at-large for the American edition of Vogue, Hamish Bowles and american filmaker Lena Dunham, invoking the Cover Goddess for help. A fair tribute to Avedon, Stern, Sims, Penn, Fincher, Knigth, Meisel, Testino, Leibovitz but also to her muses: Dovima, Kate, Cindy, Twiggy, Verushka...
La
falsa foto de Chávez publicada por El País será sin duda nuevo material
didáctico para los estudiantes de comunicación del futuro. Pero creo que
también sea una lección inmediata que los medios y los trabajadores de prensa
no deberían dejar de analizar en estos días.
Este
nuevo escándalo rescata anécdotas sobre los medios en todas las direcciones de
la memoria:
Otto Von
Bismark en su lecho de muerte
El 30 de Julio de 1898 apenas unos pocos habían
presenciado el deceso de el héroe nacional prusiano. Ni siquiera el mismísimo Kaiser
pudo verlo, ya que su ataúd fue sellado antes de su llegada.
Sin
embargo, dos fotógrafos lograron infiltrarse en la habitación a las 4 am
coimeando un custodio. Eran Priester y Wilcke que con unas buenas explosiones
de magnesio iluminaron la habitación y se llevaron el scoop en varias placas.
Los
mató el marketing: Apenas publicaron un aviso que decía ¨Para la única foto
existente de Bismark en su lecho de muerte, fotos realizadas poco después de su
deceso, imágenes originales, se busca comprador o publicación adapta.¨la familia de Bismark les mandó la
policía, confiscaron el material y los metieron presos. La foto fue finalmente
publicada en 1952.
Newsweek
y la primicia Lewinsky
Mark
Whitaker, por entonces editor de la revista tenía toda la información sobre el
asunto. Sus investigadores estaban atrás del caso desde hacía meses y tenían
toda la historia construida sobre información periférica a Mónica, pero no podían
chequearla al 100% antes del cierre. Whitaker sabía que acusar
al presidente de los Estados Unidos de apretarse una pasante en el Salón Oval y
que luego se revele falso era destruir la credibilidad del Newsweek en modo
irreparable. La primicia se la llevó el Drudge Report pero al Neesweek le
quedó su credibilidad intacta. Hoy Whitaker es el Vice de CNN.
Todo
esto ya es historia. Pero me animo a decir que el caso de el País es una
historia que se comenzó a escribir el año pasado, y muy probablemente se
termine de escribir en un futuro próximo. Si su título ya no fuese estado
adoptado le iría muy bien Crónica de una muerte anunciada.
El 6 de
Octubre del año pasado El País había decidido despedir una tercera parte de la
redacción y reducir un 15% el sueldo de los que mantendrían el puesto
utilizando un ERE, un mecanismo de la ley de trabajo español que permite
despidos masivos y reducción de salarios.
¿Pero cómo
era posible que el diario más importante de la lengua hispana ( la segunda más
difusa al mundo) se encontrara en crisis? De hecho el ¨Diario de la
Trancisión¨ha tenido sus arcas en
el activo desde el cuarto año de vida. No importa en que parte del mundo se
encuentren, si están en un Hotel y bajan al lobby por un diario en español,
seguramente este será El País.
La
respuesta es un clásico de nuestros tiempos: Managers que con operaciones de
riesgo se acreditan ganancias fabulosas y sueldos altísimos. Claro está, cuando
el riesgo se concretiza y salta la térmica, no se hacen cargo de sus errores y
el hilo se corta por su parte más delgada.
Una
reparación simplista que impone despedir 129 empleados de redacción y disminuir
el sueldo en un 15% de los restantes, pensando que permitirá hacer que los
números cierren. Error:
Causa y Efecto gobiernan la física y también a los hombres. El papelón de la
foto de Chávez, es la consecuencia inmediata. Donde se vacía sin escrúpulos, se
rellena con más problemas. Y creo que no solo en el campo mediático este caso
represente un ejemplo de las consecuencias inmediatas de paliar la actual
crisis con medidas superficiales sobre la piel del último escalón productivo.
Video de la redacción de El País el 12/11/2012 cuando despidieron a un tercio de sus compañeros.
Todo fotógrafo sabe cuanto es importante
(y a veces difícil) la edición de su propio trabajo. Por suerte contamos con editores que con sangre fría y destaco nos solevan de la culpa de abandonar a nuestras criaturas más amadas.
Lamentablemente, este sistema también empuja al olvido y la ignominia
cientos de excelentes fotografías que jamás verán la luz. Un sistema darwiniano
y necesariamente cruel. Así es la vida.
En más de una oportunidad, ha sucedido que fotos que
me representaban perfectamente nunca encontraron espacio, desplazadas por otras que yo retenía de segunda selección.
Apenas llegamos al monasterio de Los Toldos nos
recibió el Abad y yo ya estaba escaneando cada detalle que me portara a
realizar la mejor foto del mundo. Realmente la necesitaba: venía de un par de
notas que por falta de tiempo, coordinación y cansancio las retenía mediocres y
me pesaban. Caminé un par de pasos hasta una humilde habitación
que se levantaba aislada del resto. Un susurro en forma de plegaria se filtraba
desde su interior. Y allí estaba la foto, esperándome. Antes de hacer clic, ya
la sentía mia.
Me había preparado para una foto así, en las
sombras, desde que había cargado mi cámara con diapositiva Fuji Provia ISO 400 para luego forzarla +1 push en el
revelado.Diafragma abierto
durante medio segundo a mano alzada, conteniendo la respiración. Codos clavados
en las rodillas, sereno... Llamenlo Foto Zen si quieren.Era todo lo que hacía falta para trazar
en la oscuridad dos pinceladas de rojo y verde con los primeros rayos del alba que entraban por los vidrios colorados de la ventana.
Para cuando el monje volvió de sus meditaciones,
pocas presentaciones podía hacer: La regla de San Benito impone el silencio.
Sonreí y lo seguí por los claustros como un fantasma siguiendo a otro a otro. Nadie me
detuvo. Y así estuve deambulando todo el día. En la misa, en
la huerta, en el comedor… En la biblioteca encontré otra imagen que me parecía salida de El Nombre de la Rosa.
Otra gran favorita, descartada.
Al final de la tarde y minutos de dejar la abadía, dos monjes en un pasillo del claustro llamaron mi atención. Se
comunicaban con susurros muy leves y gestos. En el fondo, una virgen pintada en un mural los
bendecía. ¨Es banal,¨ me dije a mi mismo. Demasiado obvia¨ Luego lo pensé de nuevo y la hice con cierta reticencia,
poco convencido y consapebole que durante todo el día había realizado fotos
mejores.Pero vamos,no estaba mal… la distribución de los sujetos
daba bien para apertura.. Hacela, Fer. Una foto más.
El hecho fue que al final esa foto se fagocitó todas las demás. Como intuí, fue apertura a toda página. Para colmo, había un detalle que despertaba mucha curiosidad y era que uno de los monjes lucía unas zapatillas muy modernas bajo su hábito. La nota contó con un espacio más que generoso y llegaron a publicar 10 fotos (!) algunas a cuarto de página: Monjes haciendo vino, recolectando miel, en fin, una cobertura completa de la vida en un monasterio de clausura. 10 fotos. Tantas...menos esas dos que eran mis favoritas. Muchos me felicitaron por esa nota y particularmente por la foto publicada y hasta algunos lectores de Gente me hicieron llegar su reconocimiento en redacción. Al final del año la foto fue reconocida con el Pleyade como foto del Año y meses después recibí otra premiación similar.
Y como ya se lo imaginarán, mientras todo esto sucedía dentro de mi mente una pequeña voz me decía: ¨Ok, pero las otras eran mucho mejores... Esta me mató mis favoritas!¨
Una curiosidad más: Con el tiempo me volví amigo del monje de las zapatillas. Un día lo rajaron de la congregación. Solo y abandonado, paró en mi casa. Mi abuela le cocinó y él pudo finalmente charlar hasta por los codos con todos nosotros. Siguió su camino errante de paria sin fe hasta el Paraguay donde coqueteó con la muerte tirado en una camilla de hospital. Más tiempo pasó hasta que recibí su última carta desde Brasilia: Ahora dedicaba su vida a los necesitados, había recuperado la fe y retomado los votos. Es el mejor sacerdote que conozco.
Su nombre era Sebastián. Pertencía a una comunidad wichi del norte argentino y jamás lo volví a ver. Si hoy quisiera mandarle una carta o comunicarme con él nisiquiera sabría donde hacerlo. Probablemente no tenga acceso a internet para leer estas líneas. Y ahora que bien recuerdo, tampoco sabía leer ni escribir.
Tal es el abandono que sufren los aborígenes en el Norte del país. Los indios.
Prefiero llamarlos respetuosamente indios, para evitar caer en el eufemismo de ¨pueblos originarios¨. Seguramente este último término es más apropiado, pero como ya fue tan manoseado por los políticos de turno, prefiero al menos tomar distancia evitando la hipocresía de los tecnicismos políticamente correctos.
Wichis, mocovíes, chañés, qom, kollas, guaraníes, mapuches: Por dondequiera que haya estado a lo largo y a lo ancho del país, siempre encontré esa mirada triste y resignada de aquellos a quienes les han sacado todo; arrastrando una dignidad quebrada, sin siquiera poder protestar porque los cagan a palos.
Esta nota la hice hace más de 10 años atrás y fue publicada en un artículo de La Nación Revista que metía en evidencia el grado de precariedad y abandono en que estas comunidades viven sumergidas.
On 14 February 1989 Salman Rushdie was
contacted by a BBC journalist and told that he had been ’sentenced to death’ by
the Ayatollah Khomeini. Under the iranian leader point of view, his crime was to have written a novel
called The Satanic Verses, which was accused of being ‘against Islam,
the Prophet and the Quran’ and it was more than enough to order a fatwa against the
writer. It was the very first time in modern history that a government of
a country openly sentenced to death a single citizen from another.
Forced to move from house to house, with the
constant presence of an armed police protection team, he was asked to choose an
alias that the police could call him by. Joseph Anton was his choice from the
writers he loved most: Conrad and Chekhov.
This is also the name of his last
book, a memoir from these days and I was lucky enough to meet him for a
portrait session during a presentation of the book in Milan.